Las fugas pueden arruinar tu día y aumentar el estrés durante la menstruación. En Femilady, entendemos lo importante que es sentirte segura y libre en cada momento. Por eso, hoy te compartimos una guía completa y actualizada sobre cómo colocar una compresa para evitar fugas, combinada con consejos efectivos para que elijas y uses el producto adecuado
¿Por qué suelen aparecer las fugas?
Las fugas son comunes Las fugas son comunes. De hecho, pueden deberse a varios factores.
- Tamaño o formato incorrecto: una compresa corta o sin alas no se adapta bien al cuerpo.
- Colocación inadecuada, que deja espacios por donde se escapa el flujo.
- Movimiento excesivo (andar, hacer deporte) y falta de sujeción.
- Cambio de postura, como dormir de lado o sentada mucho tiempo.
- Duración excesiva de uso —más de 4 h— provocando saturación.
Cómo colocar correctamente una compresa con alas para evitar fugas
1. Elige el tamaño adecuado
Elegir la compresa adecuada según tu flujo y el momento del día es clave para evitar fugas y sentirte segura.
- Para flujo ligero o medio, opta por compresas de día: más ligeras, discretas y cómodas para jornadas suaves o actividades moderadas.
- Si tienes flujo abundante o es de noche, te conviene una compresa más larga como Femilady Noche de 290 mm, que ofrece mayor cobertura.
- ¿Mucho movimiento o buscas más seguridad? Las compresas con alas o de mayor tamaño brindan mejor fijación y tranquilidad.
Consejo Femilady: Si dudas entre dos tamaños, elige el más largo durante la noche o cuando no puedas cambiarla tan seguido.

2. Prepara tu ropa interior
Colocar bien la compresa es fundamental para su eficacia.
- Usa ropa interior de corte clásico o ajustada (evita tangas o prendas sueltas), ya que ayuda a mantener la compresa en su sitio.
Retira la tira protectora del adhesivo. Luego, coloca la compresa centrada en la zona de la entrepierna con el adhesivo hacia abajo, justo donde se asienta tu vulva.
Si la compresa tiene alas, envuélvelas por los laterales de la braguita y pégalas por debajo. Esto asegura que no se mueva durante el uso.
3. Comprueba el ajuste
Un buen ajuste es sinónimo de comodidad y prevención de escapes.
- Asegúrate de que la compresa queda centrada y bien adherida.
- Las alas deben abrazar la tela de la ropa interior sin arrugarse ni despegarse. Si notas pliegues o que no cubre bien, reajústala.
- Prueba moverte un poco después de colocarla para comprobar que no se descoloca con tus movimientos.
4. Revisa y cambia cada 3–4 horas
Aunque te sientas seca, cambiar la compresa con regularidad es esencial. Además, esto ayuda a prevenir irritaciones y olores.
- Lo ideal es cambiarla cada 3 a 4 horas, incluso antes si el flujo es abundante.
- Por eso, no esperes a que esté completamente saturada.
- Lleva siempre dos compresas de repuesto en el bolso o mochila, por si necesitas cambiarla fuera de casa.
Consejo Femilady: Si sabes que pasarás muchas horas fuera, elige una compresa de mayor tamaño para mayor tranquilidad.
Beneficios de las compresas Femilady para evitar fugas
En Femilady hemos diseñado nuestras compresas pensando en tu comodidad y protección:
- Cuentan con 8 capas de protección, incluido núcleo superabsorbente japonés y chip antibacteriano.
- Formatos de día, noche y salvaslips, adaptados a diferentes flujos y estilos de vida.
- La compresa de noche de 290 mm te cubre durante más tiempo, perfecta para actividad física o para dormir sin preocupación.
Consejos adicionales para evitar fugas
- Mantente seca y bien colocada: Evita múltiples capas; menos es más para un buen ajuste.
- Cuida tu posición al dormir: Dormir de lado puede requerir una compresa más larga. En ese caso, reajústala en cuanto te levantes.
- Refuerza durante la actividad: Si haces deporte, asegúrate de que las alas se mantienen ajustadas durante el movimiento.
Prueba y ajusta según tus ciclos: Cada persona es distinta: ponte una compresa larga en los días más intensos y una estándar el resto del ciclo.
¿Cuándo consultar a tu ginecólogo?
Si, a pesar de elegir bien y usar correctamente la compresa, las fugas persisten, puede ser señal de:
- Sangrado anormal o flujo excesivo.
- Problemas uterinos o hormonales.
- Mala colocación secundaria a posturas (embarazo, útero girado, etc.).
En esos casos, consúltalo con tu ginecóloga para descartar cualquier causa médica.
Todas hemos pasado por ese momento incómodo de una fuga inesperada. Aprender a colocar bien la compresa, elegir la adecuada para tu flujo y conocer tu cuerpo puede marcar una gran diferencia. No se trata de hacerlo perfecto, sino de sentirte cómoda y segura en tu día a día.
En Femilady estamos aquí para acompañarte, no solo con productos eficaces, sino con información útil que te ayude a vivir tu menstruación con más tranquilidad y menos preocupaciones. Porque cada ciclo es diferente, y tú mereces sentirte bien en cada etapa.